Arxivar per Octubre, 2008

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muchas gracias por responderme, muchas gracias por el link me ha sido de mucha ayuda, seguire estudiando su historia pues, dentro de dos semanas tengo que hacer una exposicion frente a los oficiales de infanteria de marina de la escuela naval militar de argentina y estoy preparando “retirada anfibia, operacion triton”
busque informacion en toda la web, encontre muchisima y ahora solo queda estudiarla para exponerla como se debe, de manera impecable.,,, la exposicion consiste: en base a un hecho historico demostrar que los actuales reglamentos militares y sus definiciones se ajustan a la realidad de lo sucedido.
estudiamos todas las maniobras y operaciones, mi anterior exposicion fue una incursion anfibia “operacion chariot” de la segunda guerra y me fue muy bien, obtuve un 9. en agosto rendimos un examen parcial sobre operaciones anfibias secundarias tales como retirada anfibia, demostracion,etc me fue bien tambien, ahora espero poder dar un buen trabajo.
agradezco su cooperacion, en abril de 2009 zarpamos en la fragata libertad para nuestro viaje de instrucion, uno de los puertos es tenerife, y luego la coruña. seguire investigando pues me considero un apasionado de la historia, un abrazo fraterno y otra vez gracias. cadete de cuarto año de infanteria de marina de la armada argentina. escuela naval militar. RUBEN DARIO AYALA

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OPERACION TRITON.
CONSULTA:http://members.fortunecity.es/aec51/ifni/evacsahar/sahara3.html

VER ENLACES

EVACUACION DESDE CABEZA DE PLAYA-1975

ESTE VIDEO COINCIDE CON LA FOTO DE ABAJO,DONDE SE VE EL ESPIGON EN CABEZA DE PLAYA-AAIUN-1974 UN AÑO ANTES DE LA RETIRADA
EN LA FOTO JUGAMOS COMO JOVENES Y EN EL VIDEO CORREN COMO SOLDADOS.
ERA EL FINAL

carta

Posted: Octubre 16, 2008 in Uncategorized

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EMULANDO A LOS BEATLES,PORTADA DE DISCO,SOLA,VERGES,VILCHES,BURON Y ZOYA

Amigo Vilches Aqui te envio algunas fotos sobre nuestra estancia en el Sáhara. Te enviaré más de un correo para que no haya problemas. No sé si algunas son para mostrar demasiado o que permanezcan en la limitada intimidad (presos alemanes).Lo que si reflejan es nuestra vida durante más de un año en un lugar que en principio era inhóspito y supimos sacarle el mayor jugo posible. Haciamos verdaderas chorradas y nos parecian, seguramente, planes maravillosos (correr y saltar por la playa vestidos de romanos, merendar en la casa del mar, reunirnos para que Francisquito nos ilustrara con su increible conocimiento musical,…). Verás que en las fotos están Vergés, Vallverdu, Francisquito, Burón… y tanta gente que ya me cuesta recordar su nombre. Disfruta de su recuerdo porque a mi siguen produciendome añoranza. Tal vez añoranza del horror.. pero aqui estamos. Un abrazo, José María (el amigo Zoya)

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NOCHE VIEJA DE 1973

HOMENAJE A FRANCISCO SOLA VERNET, QUE TAN BUENOS RATOS NOS HIZO PASAR EN AQUELLAS MERIENDAS HABLANDO DE ERIC CLAPTON

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LOS CABOS VERGES,ZOYA Y VILCHES

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MAPA DEL SAHARA OCCIDENTAL

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HISTORIA DE ALBERT MARIN, SOBRE EL CARROMATO BU-CRAA

Mi estancia en el Sahara no fue homogénea, según las circunstancias, sensaciones, lejanía o cercanía para el regreso a casa, etc, influía poderosamente en mi estado de ánimo, ello a “manipulado” mi memoria, potenciando los recuerdos agradables y apagando las etapas más deprimentes, aunque anécdotas o sucesos puntuales y negativos sí que han perdurado, posiblemente porque traumatizaban y han quedado archivados en el subconsciente. Nuestra mili en el Sahara, por una parte, fue un privilegio comparándola con la de nuestros padre y abuelos ¡ y que decir de los que sufrieron la guerra! Por otra parte, si la comparamos con la mili en la Península, la nuestra fue dura, especialmente por el alejamiento, sin frecuentes permisos y sin pases pernoctas. Para un joven de los años setenta que vivía razonablemente bien en todos los sentidos, que pocos meses antes había iniciado una relación de noviazgo con la chica de la que estaba enamorado, la larga separación a la fuerza y el radical cambio de vida, fue duro y me produjo muchos momentos de desazón. Pero como siempre no hay mal que por bien no venga, la experiencia sahariana me aportó muchas cosas positivas en mi maduración como persona. A veces pienso que incluso fue un privilegio aquel destino….. En fin, todo es relativo.

El período de la mili del que guardo mejor recuerdo, fueron los tres meses que mi Compañía estuvo destinada en Bucraa y, aunque hubo momentos de tensión hacia el final, así como alguna que otra desventaja, fue lo mejor de mi estancia en el Sahara. Indudablemente, la cercanía de la “blanca” también ayudaba al ánimo.

De Bucraa, he rescatado las vivencias y anécdotas más interesantes, entre ellas está la semana que pasé en el “CARROMATO” y de la que he desarrollado un relato en el que no existe aventura significativa y que solamente pretende recrear unos días de mi mili sahariana, entretenerme a mí escribiendo y, quizás, entretener al posible lector. A quien lo haga, le pido comprensión, no soy precisamente un genio de la literatura.

Las fotos que he incluido son de mi propiedad, a excepción de las dos primeras que han sido “robadas” a mi amigo y compañero de Cabrerizas Francisco Orriach.

“EL CARROMATO” DE BUCRAA

En Mayo del 1974, la 2ª Compañía del Batallón de Infantería Cabrerizas-I se encontraba destacada en Bucraa. Hacía un mes que habíamos llegado procedentes del cuartel de Cabeza Playa y el cambio era muy positivo para la mayoría de nosotros; la disciplina se había relajado mucho, los dormitorios eran amplios y, aunque todavía en fase constructiva, pues todavía no disponíamos de todas las instalaciones, nos parecía un hotel de lujo en comparación con el viejo cuartel.

De momento, los aseos no estaban acabados y, cuando lo estuviesen, debían ser abastecidos de agua. Supongo que esta circunstancia debía estar considerada, pues por la experiencia vivida en el cuartel, no había suficiente con poseer lavabos si estos estaban secos. Mientras se solucionaba ese pequeño detalle, para las aguas mayores disponíamos de una zanja cavada en el exterior a cincuenta metros del muro. Para las menores, con alejarse un poco del muro había suficiente. Para lavarnos la cara había un sucio bidón de doscientos litros a la puerta del barracón. La cantina era una pequeña caseta de adobe en la que apenas cabían una docena de soldados, que no disponía de frigorífico y que como acomodo había una pequeña mesa y dos sillas. Pero ocasionalmente tendríamos la posibilidad de ir a las duchas del campamento civil de Fosbucraa, durante unos días, bañarnos en su piscina y, a partir de las 6 de la tarde, ir a la cantina de “ca Gonzalo”, caseta notablemente mayor que nuestra cantina y equipada con botelleros frigoríficos, que se encontraba a extramuros del campamento civil y que servía alcohol, prohibido este en el bar de Fosbucraa (hecha la Ley….hecha la trampa, pues el suministro eléctrico venía del propio campamento civil)

La zona de Bucraa era totalmente árida, no crecía mata alguna por aquella época, bastante llana con ocasionales y muy suaves vaguadas. Allí conocimos el autentico calor sahariano, los 50 grados o más. En la costa e incluso en el Aaiún, la temperatura raramente pasaba de los 35º, gracias a la influencia marítima, pero allí, a 100 km. de la costa, el clima era mucho más duro. No teníamos posibilidad de ir al Aaiún, teníamos una sensación de aislamiento, pero creo que casi nadie hubiese preferido volver a Cabeza Playa y a la exigente disciplina impuesta por el Teniente Coronel.
La permanencia en Bucraa hubiese parecido dura a la tropa peninsular, pero a nosotros, infantes de Cabrerizas, el cambio nos había aliviado bastante nuestra “particular mili”.

Los días pasaban lentos y tranquilos, los del reemplazo de Abril, el mío, esperando el ya no demasiado lejano regreso a casa. Mi actividad se limitaba a las guardias, refuerzos y patrullas nocturnas alrededor del destacamento, ocasionalmente de cabo limpieza o de cabo cuartel, servicio que me tocó el día que nos visitó el Gobernador General del Sahara. Algún que otro día íbamos a practicas de tiro, cosa que me gustaba, especialmente porque se me daba bien.

Ya llevábamos casi un mes en el destacamento, cuando un día radio macuto informó de una increíble noticia y esta, como reguero de pólvora, se extendió sin demora entre la tropa : Disponíamos de una “rulote” o “caravana” no autónoma, tipo remolque, para disfrutar, durante una semana, de “fabulosas vacaciones” totalmente pagadas a cinco kilómetros del destacamento. Lógicamente su uso sería militar y estaba destinado a puesto de vigilancia y protección de la mina a cielo abierto de Fosbucraa y, más concretamente, de la gigantesca dragalina que, con su enorme cuchara, abría una profunda zanja para dejar al descubierto la rica veta de fosfatos.

La dotación de vigilancia estaría compuesta por un pelotón (en el Sahara era de seis soldados, dos Cabos y un Sargento, aunque en este caso a estos no les dejarían disfrutar de la “rulote”, siendo los Cabos 1º los agraciados.

A mí me tocó el premio la segunda semana y en la retreta del 23 de Mayo, el furriel leyó mi servicio de “Guardia de Dragalina”, lo que ni me alegró ni me contrarió, era una nueva experiencia que no afectaba pases pernocta, permisos, paseos por la ciudad, sesiones de cine, etc. En resumen, no afectaba apenas las “enormes” posibilidades de ocio de que disponíamos, al igual que en la mayoría de bases o destacamentos en el desierto.

24 de Mayo

Después del desayuno, los nueve compañeros que formábamos la aguerrida fuerza militar de protección de la dragalina, cargados con nuestros petates y fusiles subimos al camión e iniciamos el corto viaje de cinco kilómetros que nos ha de llevar hasta el carromato. El recorrido es a través del desierto sin pasar por pista alguna, pero siguiendo la marca ya señalada por los continuos viajes del Land Rover o camión que desde hace una semana lleva diariamente el avituallamiento al lugar al que nos dirigimos. Estábamos animados porque rompíamos la monotonía del destacamento y, aunque estaríamos estáticos en el mismo lugar, era como un cambio de aires.

Bajamos del vehículo cuando todavía se está precipitando sobre este la densa nube de polvo que él mismo ha producido y, ante nosotros, allí, en medio de la nada y a casi un kilómetro de la dragalina, se halla el “flamante” carromato, como un fantasma abandonado. La primera impresión no me es muy favorable, su estado es decadente, con la carrocería desconchada realmente se trata de un remolque-dormitorio de los que creía haber visto en el parque móvil de los circos.

Parte de la guardia saliente, ya preparada para su partida, se encuentra agrupada en lado norte del remolque, aprovechando la sombra que todavía se proyecta a primeras horas de la mañana, ya que a diferencia de ayer, ha amanecido un día sin viento y el Sol, todavía bajo, ya empieza a martillar a pesar de la temprana hora. Observo que el aspecto de nuestros compañeros salientes no es el apropiado para pasar revista, después de una semana sin asearse ni afeitarse, han soportado días de considerable viento del norte y sus ropas se encuentran polvorientas y sucias.

fotografía del pelotón que nos precedió + los del Land Rover, días antes de ser relevados por nosotros.

Apenas se ha alejado el camión con la carga humana, empezamos a analizar la situación, la cual no es muy halagüeña, teniendo en cuenta que el tiempo ha cambiado y que al no soplar el viento del norte, la temperatura durante el día hará incómoda la estancia en el exterior, sin sombra en la que guarecerse en las horas centrales; nos tememos que se está iniciando una ola de calor que puede durar varios días y las expectativas de pasarlos allí nos crea cierta desazón. El reducido espacio interior del carromato y su carrocería metálica, a pesar de ser de dos capas y con cierto aislamiento térmico, hará que sea un refugio poco recomendable, nada que ver con los nuevos barracones del destacamento, estos, con las ventanas convenientemente cerradas, son capaces de mantener la temperatura interior dentro de los 40 o 42º cuando en el exterior se está sobre los 50º, pero este “refugio” solamente nos protegerá de la radiación solar, pudiendo igualar o superar la temperatura exterior. Seguimos discutiendo sobre la semana poco halagüeña que se nos presenta y las primeras horas de la jornada nos van dando la razón, comprobamos que la temperatura va subiendo rápidamente, la floja brisa, apenas perceptible en su movimiento, pero abrasadora, viene del Sureste, de las entrañas del desierto. El Sol, con su mazo, nos advierte que salir del carromato es una elección poco aconsejable. El Astro, casi en perpendicular a las 12 del mediodía, apenas proyecta sombra alguna en la que refugiarnos. “EL CARROMATO” Diminuto y solitario en medio del desierto, hace la función circunstancial de horno. Mientras, allá, a un kilómetro de nosotros, como fondo de un escenario, la enorme dragalina, “el monstruo”, sigue incansable arrancando toneladas de árida tierra y descubriendo la rica veta de fosfatos.

Las mini vacaciones parece que serán menos confortables de lo esperado y
no hay cosa que agudice más el ingenio que la necesidad, lo que nos lleva a diseñar una solución, pero nos faltan los materiales ¿dónde encontrarlos? la respuesta la tenemos pronto, acaba de llegar el camión, en lugar del Land Rover habitual, con nuestra comida, cosa que aprovechamos para pedir al conductor que nos acerque a la nueva dragalina en construcción para ver si es posible conseguir algunos materiales con los que construir una especie de porche o toldo que nos proporcione sombra.

Dejamos comiendo al otro cabo con dos soldados y el resto nos vamos con el camión a por el material. Dos o tres kilómetros después, allí, en la nada del desierto, aparece ante nuestros ojos una imagen propia de un cuadro surrealista de Dalí: En el centro, la cabina de una gigantesca dragalina a medio construir y a su alrededor, diseminados por el arenoso suelo y sin orden aparente, hay enormes cajas de embalaje, vigas de acero, chapas, una enorme cuchara, etc. No hay presencia humana, ni barracones, herramientas o cualquier indicio que delate que allí ha habido alguien últimamente, parece como si estuviese abandonado, posiblemente el viento casi constante ha barrido cualquier huella de personas y vehículos. Desconocemos el ritmo de construcción, pero todo aquello tiene aspecto de llevar varios días parado, quizás en espera de la recepción de nuevos materiales. Sentenciamos que difícilmente puedan robar todo aquello, dado el enorme peso y volumen de las piezas, especialmente la gigantesca cuchara.

En perfecta armonía y dando muestras de ingenio, vamos recogiendo y cargando al camión diversos materiales, todos ellos desechos de los embalajes de las piezas que conformarán el nuevo gigante.

En pocos minutos y sin haber descompensado aquel “escenario Daliniano”, regresamos con el camión cargado de viguetas, maderas, una enorme especie de lona plastificada, cuerdas, alambres, etc. y, también, un par de carretes de madera, de los que sirven para enrollar los gruesos cables eléctricos, que nos servirán de funcionales mesas. Mientras nos alejábamos me quedé contemplando el lugar, mientras éste iba empequeñeciéndose progresivamente, lamenté no llevar encima una cámara fotográfica. Días después, mi amigo Francisco Orriach plasmó la imagen de la enorme cuchara.

Foto con Francisco Orriach en primer término

Tal como habíamos solicitado a través del chofer del camión, una hora más tarde aparece un Land Rover cargado con picos y palas y, sin demora y por relevos (la temperatura está cercana a los 50º), iniciamos con una actividad febril la increíble construcción del porche con las andróminas disponibles.

A media tarde contemplamos nuestra obra, es digna, su estética no llega al nivel de una obra de Gaudí o un Le Corbusiere, pero nos felicitamos por lo bien que hemos aprovechado los limitados medios y, sin perdida de tiempo, pasamos a disfrutar de un porche a todo confort, aunque su aspecto me recuerda el barraquismo. Los próximos días ya serán otra cosa. Para celebrarlo nos hacemos una fotografía de grupo con nuestra protectora construcción.

El grupo después de haber finalizado la construcción del porche

El sol desaparece a poniente y la temperatura desciende rápidamente, pero a diferencia de otras noches, hoy no sopla el viento del norte, la suave brisa del Sureste ha cesado y el ambiente se mantiene templado, por encima de los 20º, con lo que después de engullir la cena que nos han traído desde el destacamento, nos quedamos todos bajo nuestro flamante porche, opinando sobre la acertada obra y del aprovechamiento que de ella harán los compañeros que vengan en las próximas semanas. No hay luna, la noche es oscura y las estrellas, siempre intensas en el desierto, nos acompañan durante nuestra tertulia.

Los ocho, sentados en el suelo o en el improvisado banco, charlamos relajados y animados, el momento me parece mágico, el calor de los compañeros es insustituible en aquella soledad, compartimos la misma circunstancia y ello hace sentirnos más cercanos. Como casi siempre, hablamos de nuestras tierras, pueblos, barrios, novias, familia, amigos, proyectos al volver……. ¡VOLVER! el más fuerte deseo de todos. Los que tenemos más cercano el regreso, saboreamos mentalmente ese cercano futuro. En esa circunstancia nos encontramos el Cabo 1º y los dos Cabos (somos “abuelos”), el resto de compañeros son de Octubre y Enero, o sea, les queda de 6 a 9 meses más que a nosotros, lo que al hablar del licenciamiento, todavía lejano para ellos, se les nota cierto desánimo.

Cuando faltan 10 minutos para las once, el centinela entrante y yo nos dirigimos hacia la dragalina, cerca de un kilómetro nos separa y es cuestión de no retrasarse en el relevo. El resto de compañeros se retira a dormir.

La oscuridad es completa, pero el reflejo lejano de los focos del monstruo y la inexistencia de obstáculos nos facilita el camino. Allí, como una diminuta hormiga, junto al gigante, se encuentra el centinela. Considero de relativa eficacia su presencia nocturna, ya que tan alejado del carromato, podría ser blanco fácil de cualquier ataque silencioso y nosotros, a tanta distancia, apenas nos enteraríamos, bueno, nosotros también podríamos caer fácilmente, a cinco kilómetros del destacamento y rodeados de oscuridad, una vez eliminado el centinela del carromato, el resto seríamos sorprendidos en “brazos de Morfeo” sin capacidad de reacción.

25 de Mayo

La noche es acogedora y, en lugar de escaquearme en la litera hasta el próximo y último relevo de mi turno nocturno, decido quedarme en el porche haciendo compañía al centinela del carromato, cosa que él celebra, últimamente llegan noticias de “radio macuto” referente a ataques a destacamentos por parte de bandas armadas (por aquellas fechas desconocíamos el nombre: Frente Polisario), y Fosbucraa es un objetivo claro, por eso estamos destacados toda una Compañía del Batallón de Cabrerizas y, por eso, estamos nosotros en el carromato “protegiendo” la dragalina de algún hipotético ataque.

Con el fusil Cetme junto a mi, me siento en uno de los bancos, el centinela, con arma en bandolera, se mantiene de pié en una esquina, atento a cualquier ruido. Me quedo observando su resignada silueta mientras pienso ¿qué puñetas hacemos aquí? ¿qué vigilamos? un posible ataque a la dragalina? si lo primero que harían unos buenos guerrilleros es librarse de nosotros y en las condiciones en que estamos lo tendrían muy fácil. Estas reflexiones me producen cierta inquietud, por lo que coloco el fusil sobre mi falda y así poder reaccionar más rápidamente, mientras, nuestros compañeros descansan plácidamente en el interior del carromato.

Contemplo el cielo estrellado, jamás había visto los astros tan luminosos y nunca los volvería a ver como en el Sahara, me sumerjo en los recuerdos, ya hace 13 meses que llegué y extrañamente me parece tan lejano el Abril del 73. Los cuarenta días de permiso que hice entre Enero y Febrero los siento más cercanos, pero realmente los viví o ¿fue un sueño? Lo que sí me parece una pesadilla irreal es mi estancia allí, nunca pensé encontrarme envuelto en aquel escenario, tanto tiempo alejado de mi Mediterráneo y mi ambiente civil, con los míos, claro que, pienso en lo que nuestros padres pasaron en la guerra, o los tres años de mili que hacían en los posteriores años de la incivil y fraticida contienda y peor, aquellos jóvenes milicianos que después de pasar toda la guerra sin haber hecho antes la mili, después de dos o tres años de estar luchando en el frente, tuvieron que hacer tres más de servicio militar. Otros, además, aportaron a su currículo un período de estancia en campo de concentración, “librándose” de todo ello los que fueron fusilados por estar “demasiado involucrados” en la defensa de la República. Pienso en mi futuro suegro que con 17 años fue a la guerra, pasó tres en ella, más un año largo entre el campo de concentración de Barcarés (Francia) y el de Reus, más tres años de mili en Canarias, volviendo licenciado con 25 años cumplidos. Lo mejores de la juventud, más de siete años entre uniformes, bombas, prisioneros, ordenes despóticas y en ocasiones humillaciones (haber luchado en el bando republicano se pagaba).

Mi padre no fue miliciano, ni tan siquiera fue a la guerra por ser demasiado joven, pero cuando en el 1944 fue llamado a filas, pasó tres años con el uniforme, lo normal entonces.

Vuelvo a mi realidad y comparándola con la de aquellos jóvenes milicianos, incluso con los que nos precedieron en los años cuarenta, no es tan mala, incluso soy un afortunado….Todo es relativo.

Entre pensamientos y el relevo de la 1,00 de la madrugada, llego, casi sin darme cuenta, a las 3,00 AM y a mi último cambio de centinela, después me acuesto en la litera, no estoy cansado pero sí relajado y con mucho sueño.

El ruido del camión que nos trae el desayuno me despierta y aunque todavía tengo sueño a las ocho de la mañana, mi habitual apetito hace que me incorpore automáticamente, de todas forma, a las nueve me toca hacer el primer relevo de día.

Según se eleva el Sol, la temperatura va ascendiendo considerablemente, parece que hoy todavía va ha hacer más calor que ayer, fácilmente
sobrepasaremos los 50º, pero ¡OH! alegría, tenemos nuestro flamante y protector porche.

Hacia el mediodía ni bajo “el protector” se puede estar, la brisa es tan suave como caliente, más bien diría abrasadora. Semanas después, conocería el viento del Sureste lo suficientemente fuerte como para levantar polvo y, por lo tanto, hacer de filtro apaciguador de los rayos del Sol, pero hoy la limpieza del aire permite que el Astro Rey nos envíe su mazo con todo el poderío.

Mientras mantenemos con entereza y resignación nuestro sufrimiento térmico, unos retortijones de la barriga me obligan a alejarme 30 ó 40 metros, armado de papel, con la heroica misión de defecar, pero cuando apenas he avanzado unos pocos pasos, mi cabeza nota el martilleo desconsiderado del Sol, me he olvidado poner la gorra, error fatal, por lo que vuelvo sin dudarlo y ya, pertrechado con mi protector cenital y siroquera desplegada, ejecuto la imperativa operación.

A las 12,50, atravesando el caluroso llano que nos separa de la dragalina, me dirijo a efectuar el relevo del centinela, a este, a lo lejos, se le aprecia apenas, diminuto, escaqueado bajo la sombra del gigante, a pocos metros de él, la casi verticalidad del sol no impide que el impresionante tamaño de la dragalina proyecte un espacio de sombra.

Mientras nos acercamos, contemplo la artificial cadena de montículos de tierra árida y blanquecina con cierto tono amarillento por estar mezclada con un poco de fosfato, la claridad es cegadora y, al no disponer de gafas de sol, debo guiñar continuamente un ojo, siempre me ha molestado enormemente la claridad y hubiese dado no se que por tener mis “Rayban” en ese momento, pero estas se quedaron en la Península.

El centinela saliente se felicita por haber acabado su puesto, teniendo en cuenta lo que esta cayendo y que se acerca la hora del “papeo”. Cuando triunfantes estamos casi alcanzando el protector porche, aparece el Land Rover conducido por el compañero Josep Badia , acompañado este por el deseado condumio.

Mientras engullimos, quedamos sorprendidos al ver llegar un Land Rover civil, cargado con un bidón vacío de 200 litros y seguido de un camión cisterna de Fosbucraa. No recuerdo de quién fue la iniciativa, si de algún responsable de Fosbucraa o por petición nuestra, pero el detalle nos hizo estallar de alegría.

Inmediatamente y por turnos, entre risas y bromas, nos introducimos en el bidón con ropa y nailas incluidas. La ligera y abrasadora brisa nos seca la ropa con rapidez, por lo que la reducida “bañera” es visitada frecuentemente durante toda la tarde, aliviándonos del fuerte calor. Al final del día, apenas queda un tercio de agua y este ha perdido su transparencia, parece un caldo caliente, pero jamás he vuelto a disfrutar en una piscina como en aquel diminuto bidón.

Con la cena también llega una nueva orden, a partir de hoy debemos efectuar una patrullas nocturna hasta la dragalina en construcción. Este nuevo servicio no nos hace ninguna gracia, lo de menos son los cuatro o cinco kilómetros que debemos andar entre ida y vuelta, lo que no nos gusta es llegar allí a oscuras y delatarnos con las linternas ¿qué pueden hacer dos soldados si descubren a saboteadores armados? mejor dicho ¿qué podemos hacer si ellos nos descubren antes? ¿hacerles frente? allí, solitarios y sin apoyo alguno. Comentamos el ¿porqué no hacen esa patrulla desde el destacamento, con vehículos y mayor número de soldados? Pero las ordenes en el ejército están para cumplirlas, no vaya a ser que nos expulsen y volvamos a casa antes de tiempo (no caería esa breva).

Después del papeo y al igual que la noche anterior, nos quedamos frente al carromato en animada tertulia. Siempre me ha parecido una hora mágica el charlar en el exterior, después de cenar, bajo las estrellas, en el campo o en la escollera de Tarragona frente al mar, sintiendo la brisa del mar, el olor a salitre y el rumor de las olas. Aquí solo tenemos las estrellas y un silencio sepulcrar, solamente roto por el lejano chirriar de la dragalina, pero el calor humano lo compensa todo. En mis recuerdos saharianos quedaron grabadas aquellas tertulias como momentos muy agradables en buena compañía. En general, mi estancia en el Sahara, y de forma intensa durante la semana pasada en el carromato, me permitió disfrutar de la meditación, pero no de la espiritual, sino de la terrenal, más “tangible”, buscando el porqué qué de las cosas, de las ideas, del futuro. Puedo afirmar que el estar “atrapado” en aquel desierto me cambió un poco la visión de la vida y, por lo menos eso, ha sido un valor añadido para el resto de mi vida.

26 – Mayo

Esta noche me toca el segundo turno, por lo que a las tres de la madrugada el Cabo manchego me despierta. Con ojos soñolientos salgo sin demora del carromato buscando el fresco y así despejarme, la noche es suave, me alegro, tengo que iniciar mi primera patrulla nocturna hasta la dragalina en construcción, un largo paseo en la absoluta oscuridad. Un soldado de Enero es mi pareja en la “romántica noche”. Con los cuatro cargadores llenos y el fusil colgado a la espalda, nos alejamos si mucho convencimiento, dejando al Cabo 1º supliéndome como Cabo de Guardia en la puerta del carromato. Esta nueva patrulla nos obliga a dormir menos a todos.

La oscuridad es total, pero los focos de la dragalina nos sirven de punto de referencia y, sabedores que debemos ir hacia el Este, caminamos tranquilos sin pensar que podemos desorientarnos.

Llevamos un buen trecho recorrido y el objetivo no aparece ¿nos habremos desviado? tengo la impresión que sí, pues la distancia que había calculado yendo con el camión no parecía superior a los dos kilómetros y tengo la percepción que ya los hemos andado sobradamente.

Las ligerísimas ondulaciones del terreno evitaban la visión directa de los focos de la dragalina, esta se debía encontrar a más de tres kilómetros, enfocando la enorme zanja, por lo que tampoco enviaba luz que nos permitiese ver el terreno, pero sí difuminaba una cierta claridad en los montículos artificiales que sobresalían en el horizonte, por lo que sin peligro de extravío, decido caminar en dirección Sureste. Minutos después, cesamos en nuestro intento, andar por aquella procelosa oscuridad no era agradable, por lo que decido regresar al carromato, el compañero está un poco inquieto, aquella soledad, los dos caminando solos por el desierto, imponía, a pesar de nuestros Cetmes. Ni se me pasó por la imaginación encender la linterna, hubiese delatado nuestra presencia ante posibles “fantasmas” de la noche, y en la oscuridad todos los gatos son pardos.

Apenas habíamos andado un corto trecho de regreso cuando en la tacaña claridad del horizonte se perfilaban unos bultos indefinidos a dos o trescientos metros de nuestra posición ¡objetivo localizado! solamente podía ser aquello, pero ¡coño! el lugar era inquietante, si nadie había, para qué hacía falta nuestra presencia? por el contrario, si estaba ocupado, nosotros dos, solos ¿que puñetas podíamos hacer? Hablando en susurros le comento a mi acompañante la conveniencia de no acercarnos en demasía y rodear prudentemente el lugar, el soldado suspira, como si de un peso se hubiese desembarazado . Con todos nuestros sentidos atentos y caminando sin hacer ruido, dejamos los fantasmagóricos bultos a nuestra izquierda, no parece haber nadie allí, el silencio es total, pero por si acaso, mantenemos una prudencial distancia.

Ya, a mitad del camino de regreso, se divisa con claridad los puntos de luz de los focos de la enorme máquina, nosotros, más relajados rompemos nuestro silencio e iniciamos una conversación monográfica sobre nuestra todavía inacabada excursión nocturna. El débil reflejo de la dragalina apenas delata la presencia del carromato, pero sí lo suficiente para que nosotros lo adivinemos a medio kilómetro, allí, indefenso en medio de aquel fondo negro.

Después de mi último relevo de la noche del centinela de la dragalina, me espera el poco cómodo pero ahora acogedor camastro del claustrofóbico interior del carromato.

Ya de día, este transcurre caluroso y soporífero, efectúo los relevos en mis turnos sin acontecimiento remarcables. El agua para beber está contaminado y nos produce retortijones, por lo que a media tarde desentierro de un agujero bajo el carromato un botellín de cerveza “El Aguila” que había enterrado durante la noche, con la esperanza que esté algo más fresco; inicio el trago e inmediatamente lo vomito, está asqueroso, nunca había bebido cerveza “calentada” y doy fe que era imbebible

En mi primer turno nocturno me encuentro mal, vomito la cena y debo abrigarme, los dos kilómetros que debo efectuar para el relevo del centinela se me hacen larguísimos, notablemente mareado, con escalofríos y un insistente temblequeo, me tumbo en la litera, aunque atento a cualquier aviso del centinela del carromato. En el siguiente relevo del centinela ya no me encuentro capaz de caminar otra vez la distancia y pido al soldado que vaya él solo, aprovechando que el Cabo 1º duerme y no se enterará.

Por fin a las tres de la madrugada despierto al otro Cabo y me acuesto derrotado, a la memoria me viene la Salmonelosis que pasé en Cabrerizas el año anterior y espero que no sea lo mismo, pues el aislamiento en el que estamos no haría posible cortarme la fiebre que en aquella ocasión me tuvo al límite del colapso. Me reconforta pensar que los síntomas no son los mismos, entonces llegué en breve tiempo a los 42º de fiebre y, de momento, ahora ya han pasado varias horas y parece que la fiebre no es muy alta, aunque el lamentable estado en el que me encuentro apenas me permite conciliar el sueño y paso el resto de la noche sufriendo un fuerte y vertiginoso mareo, dándome la sensación que voy en una barca con mar gruesa.

27 – Mayo

Con las primeras luces del alba y con fuerte diarrea, empiezo a efectuar frecuentes y acelerados viajes a defecar. El día, aunque menos caluroso que los anteriores –no sobrepasamos los 40º- se me hace bastante duro, sudoraciones, después extraños escalofríos y vuelta a sudar, me duele todo el cuerpo y estoy “chafado”, por fortuna el Cabo “manchego” durante la jornada hace todos los relevos del centinela de la dragalina.

Al atardecer parece que por fin vuelve a soplar viento del norte y afloja el infernal calor, retorna la esperanza de que finalice nuestro calvario térmico.

Es cerca de la media noche, estoy tumbado en la litera en un estado lamentable. la persistente diarrea me ha dejado vacío de fuerzas y, a pesar que me han traído cena de régimen, apenas he probado bocado; no me encuentro con ánimo de hacer el turno nocturno y tendré que pedir al “manchego” que esté toda la noche de guardia, esperando que pronto me recupere y poder dejarle dormir toda la noche de mañana.

Mientras me estoy plañendo a mi mismo, creo oír unas voces, risas y cantos lejanos, debo estar delirando, pienso, pero no, el centinela del carromato avisa que un grupo de personas se está acercando y, aunque la oscuridad impide verlos, por las voces parecen compañeros que vienen del destacamento.

Con gritos, cantando y nombrándome, irrumpen en el interior del carromato cuatro “abuelos” de Abril.
-¡Furri! ¿cómo estás? ¿qué será, niño o niña? nos han dicho que estás jodido, je, je.

Con síntomas claros de cierta intoxicación etílica, me dan ánimos, se habían enterado que estaba enfermo y decidieron caminar los cinco kilómetros que nos separaban para visitarme.

-Pero tíos ¿cómo habéis hecho para salir del destacamento a estas horas? les digo, a lo que el más bebido del grupito me contesta:
-¡Passa tío! los “abuelos” no tenemos problemas, nos enteramos que estabas jodido y nos hemos dicho, vamos a ver a nuestro querido ex-furri… y aquí estamos ¡a tus ordenes mi cabo furriel! ¿que servicio mandas? je,je,je

A pesar de que desde Enero dejé de ser furriel, mis compañeros siempre
me llaman “furri”. Les agradezco la visita, pero les pido que regresen al destacamento, temo les puede caer un puro impresionante. El Cabo 1º les advierte que él nunca los había visto allí, ya que su deber era dar parte de aquella anormal visita y, como no pensaba hacerlo por compañerismo, le podían “empurar” a él. Lejos de amedrentarse, prolongan su estancia a mi lado, a pesar que el limitado espacio del remolque apenas les permite moverse, el alcohol produce estos “milagros”. Recuerdo que no estaba de humor para seguir su cháchara, me encontraba francamente mal y el mareo era impresionante. Quizás se dieron cuenta que no les seguía mucho el rollo y, por fin, mis visitantes deciden volver al destacamento después de darme fuertes abrazos que recibo con resignación, dado mi mal estado. La pequeña tropa de “asirocaos” se aleja cantando y gritando sin desenfreno.

Me quedé preocupado pensando que al entrar al destacamento lo más normal sería que les descubriesen y si los de la guardia daban parte les podía caer un buen arresto. No fue así, según me enteré días después, entraron por el mismo lugar por el que salieron, en un lateral, en un punto en que todavía no estaba acabado el muro, y lo hicieron como a la salida, cantando en voz alta; lo increíble es que nadie les dijo nada y el Capitán no se enteró que cuatro soldados habían caminado diez kilómetros por el desierto, a media noche , sin permiso ni armamento. No recuerdo con exactitud quienes eran, sé que formaban parte de mi “grupetto” de amigos más cercanos. Me gustaría volver a verles, abrazarlos y recordar aquellos locos, jodidos y entrañables momentos.

28 de mayo

El viento del norte apenas es perceptible, pero mantiene la temperatura a raya, se parece a un día normal de verano de mi Tarragona, pero sin humedad y un poquito más de calor. A media mañana, cuando la temperatura en el interior del carromato empieza a ser desagradable, me levanto de la litera y me acomodo en el porche, hoy sí se está bien en la sombra, el aire no es el caldo abrasador de otros días, aunque al Sol no es recomendable estar, sigue martilleando sin decoro alguno.

Por la mañana no desayuné, pero al mediodía sí he comido todo el alimento especial de régimen que me han traído, he recuperado ciertas fuerzas y el mareo ha desaparecido completamente, la diarrea ha remitido parcialmente, por lo que comunico al otro cabo que inicio los relevos. Esta pasajera indisposición ha colaborado en acentuar un poco más mi delgadez, excesiva en los últimos meses de mili. Llegué al Sahara, ya delgado, con 65 kg de peso y me licencié con 56 kg. por lo que perdí nueve, buena parte de ellos en Bucraa. Aunque la comida que nos daban, sin ser abundante, podía cubrir las necesidades de una persona normal, yo necesitaba comer más, cosas de mi metabolismo y en Bucraa no había donde comprar comida. También varias diarreas colaboraron.

Esta noche vuelvo a disfrutar de la tertulia post-cena, una finísima Luna creciente asoma sobre los montículos de tierra de la mina, insuficiente para iluminar la noche, pero adorna el cielo acompañando a las estrellas en nuestro decorado natural nocturno, vuelvo a sentir la magia del momento y mi estado de ánimo crece.

29 de Mayo

Pasadas las 2,00 PM y después de efectuar el relevo del centinela del monstruo mecánico, vuelvo a efectuar la patrulla nocturna hasta el “Decorado Daliniano”, me tocaba ayer, pero mi estado suspendió esa noche el servicio. Un gallego de Enero es mi compañero de patrulla, pero esta vez también nos acompañará el viento del Norte, no muy fuerte ni excesivamente frío. Equipados con jersey y sahariana, no incluimos la manta, habitual en las guardias y patrulla nocturnas en las destempladas noches del desierto, e iniciamos la marcha resignados.

La oscuridad es la misma que la de hace tres noches, al Este, el horizonte estrellado, sin luz alguna que reduzca el impresionante brillo, perfila el terreno nítidamente, por lo que si esta vez no nos desviamos, los bultos de la incipiente cabina y la enorme cuchara, forzosamente serán detectables.

Después de caminar poco más de un kilómetro, la perfilación del horizonte va deformándose y los bultos esperados van creciendo según avanzamos. A unos quinientos metros me paro y le digo a mi acompañante que hasta aquí hemos llegado. La noche no es completamente silenciosa, el viento lo rompe, pero deduzco que si alguien hubiese, desde el lugar en que nos encontramos nos daríamos cuenta y sentencio que aquel era un punto de observación suficiente y sin riesgo.

Durante media hora, en silencio, tumbados boca arriba y con las cabezas en dirección norte, con las gorras caladas y las siroqueras desplegadas para protegernos de la tierra y arena que el viento arrastra a ras del suelo, contemplamos la estrellada cúpula, tranquilos, sabedores que aquella oscuridad es nuestra mejor protección.

Con la Vía láctea “clavada” en mis retinas ¡nunca más volví a observarla tan claramente como allí! iniciamos el regreso al carromato a tiempo de cumplir con los nuevos relevos, mi noche será larga, ya que me toca devolver el favor al otro cabo y no habrá descanso para mí hasta que no vea el Sol, a pesar que mi estado físico todavía no es el adecuado.

La jornada transcurre sin novedades, vuelve el calor abrasador y nuestras “estrategias” para mitigarlo resultan inútiles. Al madurar la tarde, afloja el horno y crecen nuestros ánimos, pronto traerán la cena, se hará la oscuridad y disfrutaremos de nuestra tertulia nocturna bajo la impresionante Vía Láctea sahariana.

30 de Mayo

Esta noche no me toca patrulla a la “fantasmal” dragalina en construcción, puedo dormir cuatro horas seguidas y, además, ya me encuentro muy recuperado.

El día se inicia acompañado de una ligera brisa del norte, lo que permite mantener a raya la temperatura, esta no pasará de los 37 ó 38 grados, lo que, a diferencia de lo que sería en la Península, nos parece una bendición, después del torturador calor que hemos sufrido durante la semana en aquel viejo, claustrofóbico y poco confortable carromato. Ya tenemos ganas de regresar al destacamento y, a pesar de tener allí a los mandos, deseamos volver al calor del grupo y de los amigos. Me hago, como inminente despedida, una foto con el dichoso carromato a mis espaldas.

31 de Mayo

Hoy cumplo 23 años y coincide con nuestro relevo que nos devolverá al destacamento. Desde la caja del camión, observamos como el carromato va empequeñeciéndose según nos alejamos, pensando que ya no volvería a verlo, pues según mis cálculos, la Compañía volvería a Cabeza de Playa antes de completarse la rueda de cabos y, también, llegaría mi licenciamiento, sin embargo, todavía regresaría allí de patrulla en más de una ocasión a causa de los estados de alerta que se producirían en las próximas semanas, se avecinaban “malos e inquietantes vientos” en el todavía Sahara español.

Siempre he recordado aquella semana en el “CARROMATO”, como una experiencia singular, con aquella soledad, horas para pensar, de no pensar y dejar la mente adormecida para mejor aguantar el calor. Apoyarse en los compañeros de circunstancia, superar la gastritis, disfrutar de las tertulias bajo las estrellas, los procelosos paseos al “Escenario Daliniano”, semana de claroscuros, sensaciones agridulces, resignación de meses de “destierro en el desierto”, esperanza de que llegará el final y podremos regresar a casa.

Albert Marín Ausín, escrito el 10-02-2008

EL PUEBLO DE BU-CRAA, EN LA ACTUALIDAD, EN EL 73,SE ESTABA CONSTRUYENDO EL NUEVO CUARTEL DE CABRERIZAS II, CON OBJETO DE VIGILAR, LA CINTA TRASBORDADORA DE LOS FOSFATOS.

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INTRODUCCION A LAS INSTALACIONES DE BU-CRAA.
Cuando me incorporé al Batallón de Cabrerizas I, como ya he dejado claro, este era un batallón de corrigendos y prisión militar,El mes de Abril de 1973, empezó a incorporarse personal especializado en construccion, con el objetivo de hacer frente a un nuevo cuartel en Bu-Craa y algunas otras obras como el famoso chiringuito, a las ordenes de el cabo Paco Orriach. La idea que se tenia era la construcción de un nuevo cuartel que haria las funciones de garante de aquellas instalaciones y de la cinta transbordadora. con ese fin se fueron desplazando mienbros de las dos compañias que tenia Cabrerizas. Yo no llegue a ver acabado el cuartel nuevo, pero si el material del que dotarón al Batallon de las tanquetas rapidas, que si no recuerdo mal llevaban un cañon ligero tipo mortero y que a posteriori serian las que vigilarian las instalaciones de la entonces Fos-Bu-Craa. Transformandose la unidad en BATALLON DE INFANTERIA MOTORIZADA CABRERIZAS I Y II.

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ASI ERA EL YACIMIENTO DE “FOSS BUCRAA

SITUACION DEL YACIMIENTO DE BUCRAA
El depósito de fosfato se encontraba situado en la zona Norte del Sahára Español,
aproximadamente a unos 107 Km al SE de EL AAIÚN, capital de la provincia, y a unos 100 Km de la costa atlántica.
Del estudio sistemático del yacimiento y la valoración posterior del mismo, donde se utilizaron las técnicas más modernas de perforación y testificación, así como un des muestre muy completo, dieron como resultado comprobar la existencia de 1.700 millones de toneladas de fosfato, en una beta única y característica de este tipo de yacimiento que cubría una superficie inicial de 231 Km2 .
Tanto para la extracción, como para el transporte del material, se debieron de estudiar y poner en práctica una serie de innovadores sistemas, de ingeniería de vanguardia nunca antes conocidos.

VISTA GENERAL DE PLANTA DE CABEZA PLAYA
Desde dicho depósito regulador, se realizó un montaje por medio de cintas transportadoras, que a lo largo de 100 Km llevarían el mineral desde el punto de arranque donde se construyo una planta trituración de material hasta otro depósito regulador situado en la costa. Este nuevo depósito, análogo al anterior, con una capacidad de 300.000 t.
El segundo depósito alimentaría a la Planta de Tratamiento, donde se encuentra el mineral de fosfato. El proceso de tratamiento se hace por vía húmeda, utilizando agua del mar. El concentrado húmedo recibe un lavado final con agua dulce para quitar las sales solubles, se seca y se almacena en un depósito cubierto, que tiene una capacidad de 300.000 t. La capacidad de almacenamiento de mineral concentrado quedaría aumentada a 600.000 t, cuando esté terminado el segundo depósito en fase de construcción.
El fosfato concentrado, se carga en los buques a ritmo inicial de 4.000 t/h, que se ha previsto poder ampliar en el futuro hasta 6.000 t/h, por tres puestos situados en el extremo de un pantalán de 3.200 m de longitud. En dichos puestos de carga, podrían atracar barcos de hasta 100.000 t.
Estas instalaciones se complementaban con una central eléctrica con potencia instalada de 56 MW, en la fase inicial, que daría energía a todas las instalaciones y una línea de transporte de energía a 132 KV hasta Bu-Craa. Dicha central térmica, producía además 3. 500 m3 de agua dulce al día para el lavado del mineral, que se duplicaría con una segunda planta, que se encontraba en montaje .
SISTEMAS DE ARRANQUE , PRODUCCIÓN Y TRANSPORTE
El recubrimiento estéril se somete a una pre-voladura para aflojamiento del terreno, que se realiza mediante una pega eléctrica de sondeos cargados con nitrato amónico y fuel.
El estéril se arranca y se vierte a la escombrera mediante dragalinas, que tienen cucharas de 46 m3 . Cada dragalina, que pesa unas 2.600 t y lleva una pluma de 87 m , se acciona por corriente continua, mediante dos grupos Ward – Leonard de 5.000 HP de potencia.
DRAGALINA EN PLENO TRABAJO

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La dragalina se desplaza por medio de dos zancas accionadas cada una por un mecanismo de excéntrica. La dragalina progresa apoyándose alternativamente en su base circular y en las zancas. Una vez abierta una franja en la que queda descubierto el mineral, se arranca éste, mediante excavadoras de empuje que, además, lo cargan sobre camiones semi-remolques de 100 t de capacidad . Dichos camiones del tipo de descarga por el fondo transportan el fosfato hasta las tolvas de alimentación de la planta de Trituración Primaria, situadas a bocamina.
Las etapas de producción se realizan en dos plantas diferentes . La primera de ellas es la Trituración Primaria, situada a bocamina, y la segunda de Tratamiento, ubicada en la costa.
En la Planta de Trituración Primaria de Bu-Cráa se clasificaba el mineral separando los tamaños superiores a 10 mm que constituyen el primer estéril con abundancia de sílex y algo de caliza. La capacidad horaria de esta planta es de 2.000 t.
La Planta de Tratamiento, se prevee que producirá en este año, ( 1.975) 2 millones de toneladas de fosfato concentrado.

ZONA DE EXTRACCIÓN DESDE DRAGALINA
– La Trituración secundaria y puesta en pulpa para separar definitivamente los eolitos de su ganga.
-Clasificación en húmedo y deslamado para separar las partículas de tamaños superiores en cribas vibratorias y las de tamaño muy fino en Fosfato dispuesto para su embarque
-Clasificacion del grano mediante hidrociclones , constituyendo ambas fracciones los estériles gruesos y los finos, respectivamente.
-Separación del agua salada y lavado con agua dulce,operación que se realiza en centrífugadors.
-Secado en horno de gases de corriente ascendente, obteniéndose el fosfato concentrado con una humedad máxima del 1% .
-Clasificación final en seco, mediante cribas vibratorias, para obtener la calidad deseada.

Para el control de la calidad se dispone de un laboratorio dotado con las más modernas técnicas de Rayos X y escaneo por sondas de calor.
TRANSPORTE DE MINERAL Y CARGA DEL MISMO:
El problema de transporte de 10 millones de toneladas anuales a través de casi 100 Km de desierto, ha merecido en todo momento la máxima atención de los servicios técnicos de FOSBU-CRÁA. Se estudiaron de forma exhaustiva todos los sistemas que la tecnología actual ofrecía, quedando determinadas las más interesantes desde los puntos de vista técnico y económico .
En principio, un transporte ferroviario clásico pareció adecuado. No obstante, este sistema debía de ser considerado teniendo en cuenta las condiciones desérticas en que debía funcionar, por lo tanto finalmente se decidió aprovechar los logros conseguidos por las técnicas más modernas, conocidas y comprobadas en las cintas transportadoras. La posibilidad de disponer de bandas

con armaduras de cables cada vez más resistentes, la mejora de calidad de los restantes elementos que integran un transportador y la reducción de los gastos de personal que permite el empleo de un telemando y control, totalmente automático, junto a las ventajas que presenta el transporte continuo, hacen que el transporte por cinta resulte cada vez más interesante.
El tramo que atraviesa la cadena de dunas esta montado sobre un puente de 9 Km de longitud y 6 m de altura; las dunas establecidas al norte han sido estabilizadas mediante riego a presión de productos petrolíferos de dosificación adecuada.

El sistema de cintas se completa con depósitos reguladores, en principio y fin de cinta, y de capacidades de 600 . 000 y 300 . 000 t, respectivamente.
La concepción de cada depósito se basa en dos cintas paralelas sobre las que circulan una máquina apiladora y una máquina recogedora de mineral, respectivamente.
PANTALÁN DE DESCARGA
Dadas las adversas condiciones del litoral sahariano para construir un puerto de abrigo con calado suficiente, hubo que recurrir a realizar un pantalán de 3 .127’5 metros de longitud que se introduce en el océano desde la costa .
Todo el pantalán se ha construido en hormigón pretensado, lo que ha permitido realizar módulos de 45 metros de luz y conseguir pilares de más de 4-0 metros con una gran esbeltez.
Los primeros 1.575 m del pantalán, además de llevar las dos cintas transportadoras del mineral, dan acceso a la plataforma utilizada como muelle auxiliar y a la de bombas para la toma de agua, destinada a refrigeración de la Central Eléctrica y el tratamiento de mineral.

El muelle auxiliar permite el atraque de barcos de hasta 10.000 toneladas.
La dotación del muelle auxiliar, consiste en dos grúas móviles de 6 toneladas y una grúa mástil de 150 toneladas de capacidad.
El fosfato concentrado que sale de la Planta de Tratamiento se almacena en un depósito cubierto, con capacidad inicial de 300.000 t que irá aumentando hasta 900.000, de acuerdo con las ampliaciones de la producción, de manera que el almacenamiento de concentrado sea aproximadamente igual al 10% de la capacidad de producción anual.
AMPLIACIONES PREVISTAS (AÑO 1975)
Con vistas a la segunda fase de explotación, la situación de la maquinaria e instalaciones precisas, a la hora de escribir estas lineas ( marzo 1.975) era la siguiente:
En Bu-CrÁa: Segunda perforadora: en funcionamiento
– Segunda dragalina: en pruebas
– Segunda pala cargadora: en montaje
– Segundo módulo de la Planta de Trituración Primaria y segundo depósito regulador: en
funcionamiento.
En la Zona de Playa:
– Tercero y cuarto módulo de Planta de Tratamiento: en montaje
– Segundo turbo alternador de 20 MW: en pruebas
NOTAS ADICIONALES:
Los datos aquí reflejados son verídicos, de alguien que vivió y compartió aquellos años, difíciles con el conjunto de los españoles que se encontraban en el entonces protectorado del Sahára Occidental, y concretamente en su capital El Aaíun.
Allí, hace más de 30 años, se levantó de la nada el complejo extractor y transformador de fosfatos, mas avanzado de aquella época con tecnología de vanguardia y una veta de extracción calculada para mas de 300 años a plena producción, que practica mente paso desapercibida para el resto de España, donde quizás, como un eco lejano se llegó a saber que cierto día, allá por el año 1976, una “Marcha Verde” venida desde el vecino marruecos, se anexionó el territorio y con ello España perdió tanto las instalaciones, como todos los derechos de su explotación y con ello el beneficio de producción de más 600.000 Tm de superfosfato, con características únicas en el mundo; las razones políticas que lo permitieron solo las sabrán quien firmaron aquel documento. Las razones éticas, sociales y morales de tal acuerdo nunca tendrán justificación.
Para el pueblo, saharauí , sin patria y sin destino…solo le queda
“ACLAMAR EN SILENCIO”

instalaciones actuales de FMC- FORET

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Fosfatos de Bucraa, S. A. (conocida también como Fos Bucraa o Fosbucraa) fue una empresa española radicada en Sahara Occidental. Su negocio exclusivo consistía en la explotación del yacimiento de fosfatos situado en Bucraa.
Los yacimientos de fosfatos de Bucraa fueron descubiertos en 1947. Se trata de yacimientos al aire libre con una calidad de los fosfatos excelente. El 4 de julio de 1962 el Instituto Nacional de Industria (INI) constituye ENMINSA (Empresa Nacional Minera del Sahara), empresa que el 22 de mayo de 1968 se convierte en Fosfatos de Bucraa, S. A. En los siguientes años se construiría la cinta transportadora de más de 100 km de largo que transportaba el fosfato hasta la costa, en tanto que El Aaiún experimentaba un auge económico y demográfico.
En los años anteriores a la retirada española (1976), el trayecto de la cinta transportadora de los fosfatos y su terminal en el Atlántico se convirtieron en objetivo preferente de los guerrilleros del Frente Polisario. La firma de los Acuerdos de Madrid incluyó, en sus anexos secretos (que incluían un acuerdo-marco económico, no hecho público hasta mayo de 1977), la cesión de un 65% de la empresa a Marruecos. De acuerdo con el INI ello vendió el 65% de las acciones a la Office Chérifien de Phosphates (OCP). El acuerdo entró en vigor el 1 de enero de 1976, incluyéndose un periodo de transición de unos dieciséis meses, tras los cuales, la OCP culminaría la transferencia del control de la explotación [1]. Los técnicos y gestores españoles permanecerían en Bucraa hasta mayo de 1977. El INI conservaba cuatro representantes en el Consejo de Administración de la compañía, compuesto por diez miembros.
Entre 1979 y 1986, la actividad de la empresa estuvo interrumpida, debido a los ataques del Frente Polisario [2]. En 1996, el consejo de administración de la empresa aprobó una ampliación de capital. El INI (luego TENEO, y posteriormente Sociedad Estatal de Participaciones Industriales –SEPI–) no acudió a la ampliación, por lo que la participación en la sociedad pasó del 35% a un 12% [3].
En diciembre de 2002, la SEPI dejó de formar parte del accionariado de la compañía. En dicha fecha, la Junta General Extraordinaria de Accionistas de la compañía aprobó la reducción del capital social a cero y una ampliación posterior del mismo. La SEPI no ejercitó el derecho de suscripción preferente de la ampliación, por lo que perdió la participación que ostentaba desde 1976
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Sahara: desbandada de españoles empleados de Fos-Bucraa
Nuevos atentados al convoy de fósfatos

04/06/1977
La cadena de atentados producida en las últimas horas en el Sahara, que han provocado la desbandada de parte de los trabajadores españoles en Fosfatos de Bucraa, SA, y la renuncia de al menos treinta de los camioneros canarios que transportaban el mineral desde los yacimientos a El Aaiún, parece responder a una ofensiva muy meditada del Frente Polisario, coincidiendo con el séptimo aniversario de su creación, cumplido el pasado 20 de mayo.
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Tras la explosión de una mina el pasado martes cerca de Smara, hecho que causó la muerte de Adolfo Relaño y heridas graves a otro empleado de Fos Bucraa, se han producido nuevos atentados, que han producido bajas entre los miembros de las tropas marroquíes que protegen el diario convoy de fósfatos desde la mina hasta El Aaiún.Las noticias son confusas. Lo seguro es que 129 trabajadores españoles en Fos Bucraa, de los alrededor de cuatrocientos con que contaba la plantilla hasta hace unos días, han decidido abandonar sus puestos de trabajo. Igualmente, alrededor de treinta de los camioneros que diariamente trasladaban los fósfatos extraídos en las minas de Bucraa hasta las instalaciones de la compañía en la playa de El Aaiún, han renunciado a esta actividad y tratan de embarcar sus vehículos con dirección a Las Palmas, sin que hasta el momento hayan obtenido el correspondiente permiso por parte de las autoridades marroquíes.
La actual situación puede paralizar definitivamente el movimiento en la explotación de Fos Bucraa. Aunque desde hace meses no se extrae ni un gramo de, mineral de los yacimientos, ni funciona la cinta transportadora que, a lo largo de cerca de cien kilómetros de desierto, trasladaba el mineral desde la explotación hasta el punto de embarque, los directivos de la compañía han mantenido un ritmo de la actividad en la empresa que se asemejara a lo normal. Los planes más optimistas permitían pensar en una puesta en marcha de la cinta transportadora a finales del presente año, y un funcionamiento integral de todas las instalaciones en el plazo de doce meses.
Desde diciembre del pasado año, los directivos de Fos Bucraa (un director general marroquí y un subdirector español), consiguieron poner en marcha la explotación en el aspecto de acopio de mineral, mediante un convoy diario de camiones, fundamentalmente canarios, fuertemente protegido por tropas acorazadas del ejército marroquí, que han transportado una media de 1.100 toneladas de fosfatos. Estos camioneros, que últimamente habían recibido amenazas del Frente Polisario por colaboracionistas con la potencia ocupadora de lo que considera su territorio nacional, y que en su mayoría están controlados por comisionistas o intermediarios que raramente pisan el territorio saharaui, cobran de Fos Bucraa 425 pesetas por tonelada de fósfato transportada, si son transportistas independientes, y 401 si están bajo el control de alguno de los comisionistas.
Los atentados de estos días parecen dar a entender que el F. Polisario ha considerado rota la tregua concedida a los súbditos españoles que trabajaban hasta ahora en El Sahara y que, en el futuro, las acciones armadas no discriminarán a los marroquíes de los trabajadores españoles de Fos Bucraa.
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Sabotaje a los fosfatos del Sáhara
Saharauis afines al Polisario cortan la cinta minera que va a El Aaiún
IGNACIO CEMBRERO – Madrid – 14/10/2006

La historia se repite 32 años después. La cinta transportadora de los fosfatos desde la mina de Fos Bucraa hasta el puerto de El Aaiún, la capital de la antigua colonia española del Sáhara, fue saboteada el martes y desde entonces la exportación de ese mineral ha quedado interrumpida, según fuentes locales.
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El ataque no ha sido reivindicado, pero cerca del lugar -entre los puestos de control siete y ocho- apareció hincada una bandera del Frente Polisario, que lucha por la independencia del Sáhara, según el diario de Casablanca Al Ahdat al Magrebia.
Cuando España era todavía la potencia colonial, el 20 de octubre de 1974, la cinta fue atacada, por primera vez, en ese mismo lugar. Lo volvió a ser después, tras la asunción por Marruecos del control del territorio. La exportación estuvo interrumpida hasta 1986.
Tras conocerse el atentado, Rabat envió a una decena de agentes a investigar en la zona, al tiempo que desplegó unos 400 soldados por el área para buscar rastros que conduzcan a los autores. Un sospechoso ha sido detenido y ha confesado haber actuado con la ayuda de siete cómplices, según la Asociación Sáhara Marroquí, que lucha por la incorporación del territorio a Marruecos pero discrepa de la actuación in situ de Rabat.
La mina a cielo abierto de Fos Bucraa produce dos millones de toneladas al año y es la tercera de importancia de Marruecos, primer exportador mundial de fosfatos. La cinta de cien kilómetros que la une con El Aaiún es la más larga del mundo. Hasta 2002, la SEPI (sociedad pública española) tenía una participación minoritaria en el accionariado de la empresa.
El Consejo de Seguridad de la ONU deberá pronunciarse a fin de mes sobre el conflicto del Sáhara y ésta es una de las principales razones del recrudecimiento de la tensión, junto con los preparativos en El Aaiún para conmemorar con protestas el primer aniversario de la muerte del joven Hamdi Lembarki durante una manifestación violentamente reprimida.
Marruecos ha enviado una delegación a Nueva York para entregar el plan de autonomía que ofrece para el Sáhara y que el Polisario rechaza.

INTRODUCCION A LOS FOSFATOS
para quien se sienta interesado en saber mas sobre los fosfatos, he aquí una muestra:
….. Los fosfatos son las sales o los ésteres del ácido fosfórico. Tienen en común un átomo de fósforo rodeado por cuatro átomos de oxígeno en forma tetraédrica.Los fosfatos secundarios y terciarios son insolubles en agua, a excepción de los de sodio,potasio y amonio.Los fosfatos más comunes son los ortofosfatos. (Con el prefijo “orto” se suelen denominar los ácidos más hidratados). Contienen el anión PO43-. Los ortofosfatos se encuentran ampliamente distribuidos en la naturaleza, sobre todo en forma de apatita y forman parte esencial dedientes y huesos.
También son compuestos indispensables en la formulación de los abonos minerales. Su ausencia limita el crecimiento de las plantas. Habitulamente en jardinería se utilizan abonos ricos en fosfato para inducir y fortalecer la floración.
En la industria alimenticia los ortofosfatos (p. ej. en forma de fosfato de sodio) se utilizan por ejemplo en la elaboración de queso fundido.
Un aporte suficiente de fósforo en forma de fosfato es esencial para el buen funcionamiento del cuerpo humano ya que interviene en los procesos bioquímicos más elementales. En experimentos con ratas y ratones no se han detectado efectos tóxicos con dosis de hasta varios gramos por kilo de animal.
Los fosfatos forman una parte importante de la carga en las aguas residuales. Pueden ser eliminados por métodos fisicoquímicos precipitándolos con cloruro ferrico (FeCl3) o son retenidos en los fangos activos que se separan y luego pueden ser reconvertidos en compostpara abonos orgánicos….

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GRUPO SAHARIANO EN EL AJUNTAMENT DE TARRAGONA

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PROLOGO AL IV ENCUENTRO

Posted: Octubre 13, 2008 in Uncategorized

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SAHARA, QUE MITICO SUENA, DURANTE AÑOS PENSABA EN AQUELLA EXPERIENCIA DE JUVENTUD,QUE EN UN PRINCIPIO ME ENCOGIO EL ESTOMAGO, CUANDO DESPUES DE SORTEARME, UN VECINO QUE ESTABA PRESTANDO EL SERVICIO MILITAR EN LA CAJA DE RECLUTAS, ME LLAMA Y COMENTA, TE HA TOCADO TENERIFE, OLLA FRIA.
JO….., FERNANDO DE LA GUARDIA APAREJADOR,TENIENTE DE INGENIEROS Y JEFE MIO EN EL DESPACHO DE ARQUITECTURA QUE TRABAJABA ESTUDIO BCG, Y LA HIJA DEL CINEASTA ROVIRA VELETA, COMPAÑERA MIA EN AQUEL ENTONCES ME, PLANTEAN QUE TIENEN COMPAÑEROS DE PROFESION EN TENERIFE Y QUE PODRE TRABAJAR EN ALGUN DESPACHO, O SEA QUE IBAMOS A POR EL ENCHUFE. SORTEADO A FINALES DEL 72, ME TOCA EL 4 REEMPLAZO DEL 73, POR EDAD. TRAS UN ANALISIS PROFUNDO Y VIENDO LAS POSIBILIDADES DE CHOLLO….., DECIDO IRME VOLUNTARIO A PRIMEROS DEL 73, RECOJO LOS FORMULARIOS Y ME DIRIJO A LA CAJA DE RECLUTAS DE LA CALLE COMERCIO DE BARCELONA.
ALLI ME RECIBE EL VETERANO DE TURNO SOCARRON Y PASTILLERO, QUE CHAVAL QUE QUIERES, CONTESTO FIRME, QUIERO ADELANTAR MI REEMPLAZO… JODER UN VALIENTE, DONDE TA HA TOCADO, PREGUNTA HOJEANDO UN LIBRO MUGRIENTO.
TENERIFE CONTESTO, ASI NO ME EXTRAÑA. POR CIERTO COMO TE LLAMAS, CONTESTO ERNESTO VILCHES RULL, SILENCIO…….,ALZA LA VISTA Y EMITE UN SONIDO ABRUPTO, QUE ME DESCONCIERTA, MIENTRAS OBSERVO EN AQUEL LIBRO QUE POCOS ESPACIOS POR ENCIMA MIO HABIA UNA SEÑAL, Y SIGUE EMITIENDO AQUEL SONIDO, QUE CON LOS MESES ERA PARECIDO AL QUE EMITEN LOS CAMELLEROS PARA ARREARLOS.
TE VAS A AFRICA, A CEUTA? PREGUNTO, NO COÑO AFRICA AL SAHARA.
SI AL PRINCIPIO DE ESTAS LINEAS COMENTABA LO MITICO DE LA PALABRA SAHARA, EN AQUEL MOMENTO, ME VINE ABAJO. EL VETERANO INSISTE, ME ENTREGAS LOS PAPELES O QUE, SILENCIO….., ME LO TENGO QUE PENSAR Y DIGERIR, ES MUY FUERTE, CREO QUE SI NO HUBIERA SIDO POR LOS SELLOS QUE MI PADRE ME COMPRABA EN LOS ENCANTES DE SAN ANTONIO DE LAS COLONIAS ESPAÑOLAS, HUBIERA PENSADO QUE ESE LUGAR NO ERA REALIDAD.
MARCHE A CASA Y DISGUSTO FAMILIAR. QUIZAS TOME EN ESE MOMENTO LA DECISION MÁS IMPORTANTE DE HASTA ENTONCES, EN MI VIDA Y DECIDI QUE QUERIA IRME CASI UN AÑO ANTES Y NO ESTAR ESPERANDO UNOS MESES, QUE SE HUBIERAN HECHO INTERMINABLES, Y ALLI ME FUI EN ENERO DEL 73.

SAHARA, QUE MITICO ME SUENA AHORA, ESTOY ORGULLOSO DE HABER PARTICIPADO, COMO TODOS O LA MAYORIA QUE ESTUVIMOS ALLI.

SAHARA-MILI, DOS PALABRAS QUE HAN CONVULSIONADO INTERNET, GRACIAS A UN VETERANO, COMO YO, QUE TAMBIEN TIENE EN SU CORAZON LA PALABRA, EL NOMBRE SAHARA.
CONOCI A JOAN PIQUERAS, ENTRAÑABLE, ME GUSTARIA CONOCERLE MEJOR.
REENCONTRE A PACO ORRIACH, EL JEFE DEL CHIRINGUITO, Y CULPABLE DE QUE EN EL MES DE JUNIO DE ESTE AÑO, ENCONTRARA EN GOOGLE , UNA FOTO EN LA QUE ESTAMOS JUNTOS EN LA CIA DE MAR, DE CABEZA PLAYA, EN ALGUNA DE ESAS MERIENDAS, EXQUISITAS DE PLATO DOS HUEVOS FRITOS CHULETA DE CERDO Y PATATAS FRITAS, Y QUE PARA MI SUPONE REENCONTAR A MIS AMIGOS.
COMO JOSE M.ZOYA, SU CUÑADO ANGEL DE OLAVIDE, LO LLAMA Y LE COMENTA HAY FOTOS TUYAS EN INTERNET, ME LLAMA ES INCREIBLE,
SE ANUNCIA EL IV ENCUENTRO DE VETERANOS, PIENSO ESTO ES FANTASTICO, NO SOY RARA AVIS, HAY MAS COMO YO.
NO ME QUIERO OLVIDAR DE LOS COMPAÑEROS CATALANES DEL CASH, QUE FUERON LOS PRIMEROS CONTACTOS QUE TUVE Y ME FUERON GUIANDO, POR LA RED Y ME DIERON ACOGIDA EN SU BLOG, CON MI RELATO, EL ULTIMO PRESO DE CABRERIZAS.
AGRADECER A PIQUERAS, NO SOY ORIGINAL, PERO REENCONTRARME CON LOS CABRERIZOS, BASILIO LOPEZ, QUE ME RECORDO QUE CUANDO REGRESABA DE LAS LARGAS PATRULLAS DE LA PLAYA O ATLAS, COMO OLIAN LAS BOTAS O LOS PIES QUIEN SABE…, DORMIA ENCIMA MIO, Y QUE PASTILLA ME DIO EL DIA QUE EL REAL MURCIA GANO AL ESPAÑOL……, EL NO LO RECORDABA, PERO YO SI.
AL FURRI, ALBERT MARIN QUE ALGUNA PUTADA, ME HARIA Y QUE NO RECUERDO.
A PACO ORRIACH Y MANUEL BORREGO, QUE NO VEAS COMO SE ACUERDAN DE LAS GUARDIAS, CON FRANCISQUITO…., AMIGO MIO, NO HE CONOCIDO NADIE QUE SUPIERA TANTO DE ERIC CLAPTON, PACO CONSERVA LAS CINTAS QUE GRABABA, DE RADIO LUXEMBURGO.
ME ENCANTO REENCONTAR A JOSEP BADIA, AUNQUE COINCIDIMOS NOS COSTABA DE RECORDAR LOS MOMENTOS. Y CON EL QUE ESPERO ORGANIZAR ALGUN VIAJE SAHARIANO.
Y A TODOS LOS COMPAÑEROS QUE ESTUVIMOS, EN LA MESA SH-7, TODOS CABRERIZOS EXCEPTO UN COMPAÑERO DE LA CIA DE MAR.
Y NO QUIERO OLVIDAR A BLAS, DE LA TERRITORIAL QUE HISTORIA, TAN BONITA LA SUYA CON SU AMIGO SAHARAUI, ME IMPRESIONO.
FUE UN DIA FELIZ E INOLVIDABLE, DEL CUAL ESPERO QUE LOS LAZOS DE HERMANDAD SAHARIANA, SIRVAN PARA VERNOS, RELACIONARNOS Y COMPARTIR EXPERIENCIAS, CON ALGO MÁS DE 20 AÑOS, PERO CON UN BAGAJE Y UNA EXPERIENCIA QUE EN MI CASO EMPEZO EL DIA QUE MARCHE AL SAHARA.
SALUD COMPAÑEROS.
ERNEST VILCHES

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GRUPO FAMILIAR.
SI NOSOTROS HICIMOS MONTONES DE GUARDIAS, NUESTRAS MUJERES ESCUCHARON MONTONES DE HISTORIAS
OS PREGUNTAIS QUE MONTON DE HIJOS TENEMOS ENTRE TODOS????, Y NIETOS.

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NUESTRAS MUJERES, SI NOSOTROS HICIMOS MONTONES DE GUARDIAS, QUE NO HABRAN ESCUCHADO ELLAS,DE NUESTRAS ANECDOTAS Y DE NUESTROS RECUERDOS, PERO ME CONSTA QUE, CUANDO PRESENCIABAN LOS REENCUENTROS, ERAN FELICES DE VER QUE AQUEL ESPIRITU DE LOS 20 AÑOS, VOLVIA A NOSOTROS AL ABRAZAR A LOS AMIGOS Y COMPAÑEROS.

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BATALLON DE INFANTERIA MOTORIZADA CABRERIZAS I Y II
Josep Badia,conductor,Ernest Vilches 2 cia, cabo,Basilio Lopez cabo I,Bu-Craa,Manuel Borrego cabo I, Bu-Craa,Francisco Orriach cabo y el jefe del chiringuito,Albert Marin Cabo furriel. Cuantas guardias sumamos entre todos, desde el Cuartel, Patrullas, Destacamento de Atlas y otros lugares.

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EL REENCUENTRO CON LOS COMPAÑEROS
Basilio Lopez,Ernesto Vilches,Manuel Borrego,Francisco Orriach.
Todos de Cabrerizas.

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CON NUEVOS COMPAÑEROS DE OTRAS UNIDADES,HERMANADOS POR NUESTRO CARIÑO AL SAHARA,REENCONTRADO COMPAÑERO JOSEP BADIA,ANTONIO RIVAS de CEUTA COMO SE EMOCIONABA HABLANDO Y SU AMIGO CANARIO (GERVASIO), GASTADOR COMO EL, QUE LLORARON CUANDO SE VIERON.